Growlers abrió en Recoleta su tercer local
El bar de cervezas artesanales Growlers abrió en Recoleta su tercer local, con 40 canillas de cerveza artesanal seleccionadas por sommeliers especializados en un amplio local donde ya se vive el espíritu comunitario y craft que la caracteriza.
Desde el 3 de diciembre, el local sobre la Avenida Santa Fe 1430 es un espacio de 500 metros cuadrados distribuidos en dos plantas con techos altos que incluyen una hermosa terraza y 40 canillas de cerveza artesanal.
Al ingresar al local, una barra sobre la calle con mesas altas, resguardadas por una pared de ladrillos a la vista; tras una puerta de vidrio y hierro se ingresa al salón de planta baja, con una larga barra de cemento; en la planta alta, cuenta con una tercera barra, un sector cerrado y una terraza al aire libre.
En la terraza, con vistas a las cúpulas de iglesias y edificios históricos, las mesas se extienden hasta su baranda de rejas de hierro rescatadas de edificios antiguos.
En el nuevo local se pueden disfrutan una numerosa variedad de cervezas con sugerencias que van desde la alta tomabilidad hasta otras de sabores más complejos.
Así, hay diversos estilos como Lager, Honey, de Trigo, Belgian, Weisse, Sour, NEIPA pasando hacia las IPA, Barley Wine, Dubbel y llegando a otras como Stout, Imperial Stout, Porter y Amber Ale.
Todas de las bebidas tiradas desde sus 40 canillas están incluidas en el happy hour, con la pinta a $80; de lunes a domingos de 12.30 a 21 horas y también contempla a la sidra artesanal.
Además, su carta de bebidas incluye cocktails clásicos y una sección de imperdibles mezclas con cerveza.
El chef Manuel Miragaya propone una gran variedad de platos para picar como la jugosa Empanada frita de bondiola de cerdo cortada a cuchillo y verdeo y, para hacerlo entre dos, los Chicken Tenders de pechuga de pollo en tempura con limón y dip de berenjenas ahumadas ($190), entre otros.
Entre los platos más pedidos están las smashed burger, como las de carne, con queso azul caramelizado, cebollas asadas bourbon, pesto de rúcula, maní tostado y pepinos agridulces ($200).
El cliente las puede ordenar en combo, con papas fritas y pinta de cerveza ($280). Además hay una opción vegetariana, una de cordero y otras osadas, como la cuádruple smashed Burger.
Entre los choripanes, de puro cerdo, sugieren la versión con provoleta grillada, tomate con orégano, pimientos ahumados y salsa criolla ($190).
Y la carta se extiende a los rolls, como el picante Burrito de bondiola de cerdo BBQ braseado durante 8 horas, con guacamole, cheddar, nachos y jalapeños en tortilla de trigo ($220) y a otros platos como la Provolone Grill, una provoleta a la parrilla con garrapiñada de maní tostado, sal de naranjas, verdes y cebollas asadas bourbon($190).
Para el postre, las opciones son la Chocotorta Oreo y la Cheescake de limón. Además, el menú también ofrece opciones para celíacos
Y, como en sus otros locales, aquí se adquieren y rellenan botellones para llevar cerveza artesanal.