Torrontés: El legado del norte argentino

El Torrontés es la única cepa autóctona de la Argentina y la cepa blanca más representativa del país, así como el Malbec es la uva tinta insignia.

Durante muchos años, sus viñedos crecieron de manera silenciosa junto a otras cepas, hasta que alrededor de 1850 empezó a distinguirse y a llamarse con este nombre español.

El Torrontés es una cruza genética entre una variedad de uva criolla y la uva italiana Moscatel de Alejandría.

En sus inicios, mucho tuvieron que ver los jesuitas con su elaboración, reconociendo en esta cepa una particularidad especial.

Hay nicho para el Torrontés en diferentes zonas de la Argentina, pero sin dudas, el Norte es donde mejor se desarrolla esta uva.

En Salta, las vides son plantadas en zonas arenosas a grandes altitudes, a unos 1.700 metros sobre el nivel del mar.

Ahí, las condiciones del clima ayudan a esta cepa a mantener la acidez elevada y un sabor bien fuerte.

“El Torrontés se adaptó con el correr de los años a diferentes regiones argentinas; es un varietal de los denominados criollas, es decir nacido y único de América”, dijo Alejandro Pepa, enólogo de Bodega El Esteco.

Según Pepa, “esto hace que año tras años se adapte mejor a los diferentes terroir, implantados en diversas y distintas regiones, con alturas, suelos y condiciones climáticas diferentes”.

“Así, en cada terroir, podemos encontrar vinos con distintas características, aromas y sabores, dándonos la posibilidad de mostrar cada año, vinos Torrontés con mayor elegancia y delicadeza o innovar con diferentes técnicas de elaboración”, completó.

Durante la Semana del Torrontés, que se celebra todos los año en octubre, Bodega El Esteco invita a los consumidores a disfrutar y porque no, descubrir sus distintas etiquetas de Torrontés; cada una de ellas con la identidad inconfundible que surge de sus viñedos ubicados a más de 1.700 metros de altitud.

Entre ellas, Old Vines (con viñas de más de 50 años de antigüedad), Blend de Extremos (con lo mejor de dos regiones extremas como los Valles Calchaquíes y Chañar Punco), Esteco (el Tardío del Torrontés de Bodega El Esteco) y Don David.

“Nos encontramos con un vino blanco perfumado y exótico, para disfrutarlo ya sea como aperitivo con una buena tabla con diferentes quesos o acompañado platos típicos del verano como ensaladas, frutos de mar, pesca variada, o con gastronomía asiática o con platos regionales norteños como empanadas, humitas, tamales”, concluyó Pepa.

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