Parrilla La Vuelta, en el polo gastronómico de Barrio Naón
Parrilla La Vuelta, ubicada en el polo gastronómico del barrio Naón, Mataderos, ofrece entradas de bodegones, cortes de las carnicerías del barrio, achuras, milanesas, sándwiches, vegetales asados, vinos, vermuts, postres tradicionales y una completa panera.
Su carta incluye los típicos cortes que se compran a los carniceros amigos, de calidad premium, a precios amigables y para compartir, junto con originales guarniciones.
La gastronómica Victoria Milone está a cargo de este emprendimiento, junto al chef Fernando Fontana y el sommelier Elías Aguilar Ruiz.
Casi en la esquina de Montiel y Ercilla, posee un deck sobre la vereda, con lugar para más de 30 cubiertos, con mesas y sillas de fórmica sin manteles, y estufas exteriores.
El interior es pequeño y luminoso, y cuenta con una barra desde la que salen los pedidos y espacio para doce cubiertos; y las paredes exhiben algún grafiti, con un estilo más bien despojado.
La carta se divide en entradas, achuras, carnes y verduras a la parrilla, ensaladas, guarniciones, postres y bebidas.
Se destaca una panera en la que se lucen preparaciones artesanales, como tortas fritas, focaccias, pan de campo y flauta, todo elaborado con masa madre.
Para empezar, se recomiendan los buñuelos de espinaca con dip de alioli; las empanadas de carne fritas, acompañadas de una rodaja de limón, y la provoleta con morrones y rúcula.
En una parrilla, se puede optar por achuras como morcilla, chorizo, mollejas o el famoso matrimonio.
Se destacan también las verduras a la parrilla, con alternativas como los morrones asados con mozzarella y huevo frito, y las papas rellenas con queso crema, panceta y verdeo.
Entre sus cortes de carne, sobresalen dos variedades sabrosas pero poco comunes en restaurantes: marucha y arañita.
La carta también incluye algunos de los favoritos del público, como el asado, la entraña y el bife de chorizo; a los que se agregan el matambrito a la pizza y la milanesa de bife de chorizo.
Se puede optar por elegir la porción individual o para compartir, lo que da la posibilidad de probar varias opciones.
Al mediodía se puede pedir sándwiches de casi todos los cortes, una alternativa ideal para quienes desean hacer una breve pausa en la jornada laboral, pero sin resignar calidad.
Entre las guarniciones están la clásica ensalada de papa y huevo con un dressing de mayonesa de oliva, al igual que la de repollo blanco, zanahoria y salsa tártara.
La sección de postres incluye el famoso vigilante, con queso Mar del Plata y dulce de batata; budín de pan con canela, crema y dulce de leche, y brownie con helado.
Entre los vinos, hay varietales frescos, ideales para maridar la experiencia, y cepas tradicionales de tintos con cuerpo; y también dos aperitivos clásicos: Vermut La Fuerza y Fernet.