“Rosa”, rosé orgánico de Bonarda de partida limitada
“Rosa” es un Rosé orgánico de Bonarda de Altos Las Hormigas, de una partida limitada de 6.000 botellas de un vino sin intervención, con acidez natural, frescura y sin uso de madera.
“Nos encantan los vinos de placer, con autenticidad de terruño y baja intervención, que se beben fácilmente”, dijo Federico Gambetta, director técnico de Altos Las Hormigas.
Por su parte, el italiano Antonio Morescalchi, CEO de Altos Las Hormigas, recordó que aunque inicialmente la bodega se dedicó en forma exclusiva al Malbec, con el tiempo sumó “otras variedades que constituyen la historia y originalidad de la vitivinicultura argentina”.
“En 2003 pusimos foco en la uva la Bonarda; con los años, la desarrollamos en tres líneas diferenciadas dentro del portafolio: Colonia Las Liebres Bonarda y tres espumantes”, agrega Gambetta.
Y añadió: “Hoy estamos explorando una cara inédita de la Bonarda como cepa argentina y mendocina, cosechando la uva en un punto de madurez muy atrevido”.
El consumo de vinos varietales y también espumosos rosados es una categoría que viene creciendo ininterrumpidamente desde hace varios años, en consonancia con la tendencia a nivel mundial.
En la Argentina, las ventas de vinos rosados registraron una suba de 11% y 32% respectivamente, en el último año.
“Rosa es un rosado con eje en la frescura y textura, de amplia gama aromática pero equilibrado, sin excesos olfativos al estilo ‘bomba de perfume’”, describió Gambetta.
“Se vino la hora de los rosados que sean vinos de verdad”, añadió Morescalchi, quien fundó Altos Las Hormigas junto al enólogo italiano Alberto Antonini.
Este nuevo producto se suma a Blanco, integrando ambos la nueva línea “Colores” de la bodega.
“Es un vino que proviene de nuestro viñedo en parral de Luján de Cuyo, Mendoza, una plantación de calidad que iniciamos hace 16 años, un sistema que la bodega adoptó rescatando la antigua tradición de Mendoza y que hoy, muestra su validez y resultado”, sostuvo Gambetta.
“Los parrales se están volviendo a descubrir en el mundo, empezando por grandes vinos de Montepulciano d’Abruzzo y las regiones alpinas de Italia”, dijo Morescalchi.
“El parral es un sistema de conducción de la vid muy interesante como adaptación al cambio climático: aleja los racimos del suelo y de sus reflejos y temperaturas, sombrea los racimos, mejora el acidez, siendo uno de los grandes logros naturales en un clima que se calienta”, explica.
“Nuestra propuesta es mostrar al mundo el Terroir de Mendoza a través de vinos orgánicos, impulsando la biodiversidad y una agricultura regenerativa”, sumó Gambetta.
“Rosa viene a traer todos estos elementos en un segmento de precio accesible, con una expectativa de sorprender y sorprendernos”, finalizó Gambetta.
Rosa es comercializado en el mercado argentino directamente por la bodega.