Bushi: más que un restaurante, un concepto

Bushi, noodle bar de 35 cubiertos ubicado en Bonpland 1201, en el límite de Villa Crespo y Chacarita, nació en marzo de 2023 de la mano de dos amigos, compañeros de colegio desde la infancia, que en 2017 empezaron a hacer comidas con este concepto en formato pop-ups con amigos.

Imagen tomada con un Moto G84 5G

El cocinero Francisco Suárez volvió a la Argentina tras recorrer el mundo (en un viaje en el que aprendió los secretos de la gastronomía in situ, que se sumaron a sus estudios en el Ott College) y se asoció con el abogado Bruno D’Andrea, quien dejó la profesión para emprender juntos este proyecto.

El nombre surgió de un juego de palabras (katsuobushi, un ingrediente de la cocina japonesa y el ramen: katsuo es la pesca y bushi el proceso de fermentación) y un disparador de la idea de un chef en una ponencia (la posibilidad de hacer bushi de cualquier ingrediente).

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Tomando esta libertad propuesta para crear, nace Bushi, un lugar donde las ideas fermentan y vuelven convertidas en platos libres de ataduras.

Suárez toma la cocina asiática como fuente de sabiduría e inspiración y a partir de ahí busca ingredientes que utiliza en sus preparaciones: No es cocina asiática literalmente hablando, sino la interpretación del chef, sus reversiones de algunos clásicos de esa cocina.

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La carta está compuesta por platitos, bowls y platos principales, donde se destacan los dumplings y ramens, la oferta satisface ampliamente al comensal vegano y vegetariano también; y, en los postres, el Sanbushito es un guiño al niño que llevamos dentro, con una presentación lúdica y sabores entrañables.

La complementa una oferta de vinos cuidadosamente elegidos, frescos e ideales para acompañar la cocina de Bushi, como así también kombuchas, cervezas, vermouth, tragos y limonadas.

El ambiente es cálido y despojado, la luz invita al relax y la charla amena y distendida; un lugar para concretar una primera cita o ir con amigos; y, en la barra, ser atendido por el chef.

El servicio, con D’Andrea a la cabeza, es cordial e inclusivo, atentos a contar cada uno de los platos y sabores.

“Entrar a Bushi es sumergirse en el mundo lúdico del chef: los tiempos se detienen, para dar paso a sabores con guiños libres de ataduras”, aseguran sus creadores.

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